lunes, 24 de diciembre de 2012

ENTRETENIDA NOVILLADA EN LUCENA EN LA QUE DESTACÓ JUAN ROMERO


















Ganado: Cuatro erales de Julio de la Puerta y Castro, bien presentados y noblotes, destacando sobre el resto el lidiado en segundo lugar.
Sergio Roldán: media estocada tendida y dos descabellos (una oreja).
Alberto Montero: media estocada muy trasera, pinchazo y estocada trasera y caída (una oreja)
Juan Romero: estocada (dos orejas y rabo)
José Antonio Lavado: estocada tendida y caída, pinchazo, estocada y un descabello (dos orejas).
Plaza: Los Donceles (Lucena). Menos de un cuarto en una espléndida mañana. En los prolegómenos tenía lugar una exhibición de doma vaquera y de toreo de salón por parte de los alumnos de la E.T. de Lucena.

La temporada taurina se despedía ayer en Córdoba con una novillada sin caballos en clase práctica que volvía a poner sobre el tapete un problema que la plaza de toros de Lucena viene arrastrando desde el día después de su inauguración. Pese a la magnífica mañana, la entrada gratuita y la posibilidad de ver en directo a los que el día de mañana pueden ser figuras del toreo, el coso de Los Donceles volvía a lucir otra vez, y van…, cemento y más cemento. Y menos mal que varios de los alumnos que hicieron el paseíllo, acudieron acompañados por un buen puñado de seguidores ya que de otra forma, en el callejón habría más público que en las gradas.
Hecha esta reflexión, que deberá ser muy tenida en cuenta por los gestores del coso lucentino de cara a la próxima temporada, el festejo en sí resultó de lo más entretenido, sobre todo por el juego de los erales de Julio de la Puerta, dos de ellos muy bien presentados, y todos en general, a excepción del cuarto, de brusca embestida pero que tampoco se comía  a nadie, noblotes, destacando sobre el resto el lidiado en segundo lugar, que humilló hasta decir basta. Una pena que Alberto Montero, de la Escuela Taurina de Lucena, desistiera por el pitón izquierdo a las primeras de cambios, ya que por lo que se vio en el saludo capotero y en ese intento de tanda, éste era aún mejor que el derecho, por el que el lucentino cuajó una faena aceptable, con varios cambios de mano de buena ejecución y varias tandas en la que se gustó en los adornos. Una pena su mal uso con los aceros porque de haber estado más acertado hubiera obtenido un mayor número de trofeos.
El que sí se llevó el gato al agua en este sentido fue el alumno de la Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba Juan Romero, que estuvo en novillero desde mucho antes de iniciar el paseíllo. Tal vez sea ésta una de las actitudes que más echamos en falta en la mayoría de los chavales que empiezan en esto del toro, y ayer Romero demostró que, si la suerte le acompaña, quiere decir algo en esto. Así, sin pensárselo dos veces y pese a que era su debut vestido de luces, el espigado alumnos del Círculo Taurino de Córdoba se fue a recibir a su oponente a portagayola, enjaretando un buen saludo capotero para luego con la muleta apuntar buenas maneras, a pesar de que la faena no logró remontar el vuelo ya que no logró acoplarse a la embestida de su oponente. Aún así, queda dicho que las ganas y la actitud mostrada durante la lidia son en este escalafón casi fundamentales y eso el público, con el que conectó desde un primer momento, se lo agradeció pidiendo para él los máximos trofeos.
Completaban el cartel Sergio Roldán, de la Escuela Taurina de Almería, y José Antonio Lavado, menudo novillero de la Escuela Taurina de Málaga que en esta temporada ya ha conseguido sonados triunfos. En esta ocasión le tocó el eral más complicado del encierro, al que consiguió meter en el canasto en el tramo final de la faena de muleta, en la que pudimos ver conceptos técnicos y colocación que avalan las críticas que lo precedían. El mal uso de los aceros privó a Lavado de otro triunfo, como así le ocurrió a Sergio Roldán, al que se le vio sin mucha soltura, atosigando en demasía a su oponente, que tras varias coladas por el pitón derecho, comenzó a ganarle la partida al joven novillero almeriense.
En total seis orejas y un rabo como balance numérico de este festejo con el que se echa el cerrojo a la temporada en la comarca, la provincia y en Andalucía, esperando y deseando que el 2013 venga cargado de eventos taurinos de calidad y se inicie la recuperación de algunas plazas como la de Lucena, en la que, como queda dicho, sus nuevos gestores tendrán que trabajar mucho y bien para conseguir recuperarla de una vez por todas.

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